"Solía tener el hábito de pensar en seis cosas imposibles para antes del desayuno"
Alicia en el País de las Maravillas
Es difícil recordar los discursos
de Garzón y haberles puesto cuidado en su totalidad puesto que a un niño entre
los 4 y los 8 años difícilmente le puedan interesar los temas políticos, pero que
tan necesarias sus palabras hoy en día en esta sociedad que tristemente se ve
cada vez de peor forma. Ignoramos las posibles situaciones que genera la
crueldad de los niños que es producto de la incapacidad del ser humano por
aceptar la diferencia, se pasa por encima de los demás como se quiere sin
recibir castigo alguno, porque sí, aunque usted no lo crea, los niños son
crueles y demasiado o acaso ¿no tiene en la memoria alguno de sus compañeros
del kínder o la primaria llorando por alguna burla y todos sus compañeros
riendo?, ¿fue usted el niño? o ¿el compañero de la burla?

Es triste ver como se exalta la
burla al mal ajeno, cualquier error en la vida de alguien es motivo de un meme
hecho irresponsablemente desde el hogar de alguien y enviado a la red cómo
punta de lanza que puede herir inmensamente a su víctima, nos hace falta
compasión, nos hace falta ponernos en los zapatos del otro, vivimos en una
sociedad que elogia la perfección y solo quiere
mostrar eso en sus vidas, todos quieren ser irónicos y cínicos, la
verdadera gracia y la comedia se está acabando solo queda la burla pura, la
burla que pasa por encima del corazón de muchos y hiere vilmente por no seguir
el modelo de perfección que la sociedad busca o no tener derecho a errar porque
hasta eso se nos ha quitado y parece que se hubiera olvidado lo bello de la
comedia, la que busca divertir a todos sin dejar heridos de paso.
Al parecer y por hechos “100%
corroborados en una investigación hecha desde la sala de mi casa” el colombiano promedio sabe que perdón es una
canción de Vicente Fernández que le debe mucha plata en trago, más no una
acción significativa que represente la implementación de los valores aprendidos
desde el hogar para generar una sana convivencia que permita que los hilos de
la sociedad se tejan de una adecuada manera para algún día levantar la bandera
de la paz perdida del patrimonio común, que la reconciliación real pueda ser la
que rija y guie nuestro caminar, y aunque pareciera utopía soñar con eso tan de
moda que llaman PAZ, la gente dejó de invertir en sí mismos y quieren que las
buenas noticias lleguen todos los días, que el transcurrir de su vida este
lleno de buenos momentos pasando por alto los malos, pensando en “no se podrá
editar este pedazo de mi vida” ahora todo lo editamos, lo adornamos y lo
queremos HD.
La debilidad generalizada de los
seres no es gratis, nos han vendido un mundo fácil, un mundo en el que sufrimos
un poco y después vivimos felices para siempre, pero así no es, nos apegamos a
los seres, a los objetos, por tanto el dolor sentido es proporcional al amor
afectivo que le tengamos a dichos “montos”, así entre más grandes sean nuestros
apegos más grandes serán nuestras perdidas y dolores, tenemos que fijarnos a
que le damos nuestro amor y como cultivamos el amor en nuestro corazón para que
la felicidad en realidad llegue a nuestra vida. El dolor por tanto es, según lo
que escuché en una conferencia y he vivido, supongo que usted también, el gran
maestro de la vida, el dolor enseña a vivir, somos más fuertes y más limpios,
nadie va al mundo del dolor y regresa igual, siempre regresamos con cambios,
aprendemos a no cometer los mismos errores, el problema es que algunos parecen
vivir tan cómodos allí, y parecieran olvidar que es necesario saber cuándo
dejar de sufrir.
Hace falta más por comentar, las
palabras se hacen cortas pero dan pie para nuevas entradas, para más escritos y
para alimentar más el alma, de buenas letras como las de Cortázar, cómo las de
Saramago y las de Ospina, para así algún día ilustrar de mejor forma el mundo y
crear mundos mejores aunque sea en imaginarios.
Excelente!
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