"Es una estupidez perder el presente sólo por el
miedo de no llegar a ganar el futuro."
José Saramago.
Quisiera escribir nuevas historias, de esas que no se olvidan
y difícilmente se borran, historias que fueran de la mano con mis anhelos de
aventura, historias de viajes, de risas y hasta desvelos porqué no, pero también
quisiera escribir historias de esas que pocos tienden a escribir, quisiera
escribir historias de esas que habitan en la mente, esas historias de sexo sin
recuerdo, sin memoria, de esas historias que por temor no vivo y de vivir aun
temo.
Temo porque nunca he sido lanzado ni atrevido, tengo eso que
pocos usan llamado moral y la ética rige cada parte de mi vida. Que moral
pendeja y que ética tan estricta no me han dejado vivir, me llenaron de miedos
e inseguridades, los de la moral dicen que eso es temor de dios, a Dios no temo
en realidad, me temo a mí, al que dirán, que dirán si me acuesto con ella, que
pasará si no me va bien, si sucede de nuevo que llegue antes que ella, si no
logro en realidad satisfacerla, ese es el miedo que tengo, tengo miedo también
de errar, de caer, de enamorarme sin que ella piense en corresponder, tengo
miedos, tantos que quisiera arrancarlos todos de mi ser, desinhibirme un tiempo
y porque no, intentar sin miedo a caer.
De pronto si logro esto, si hago las cosas sin miedo al
fracaso lograría algo, lograría aventurarme en lo desconocido seguir los sueños
y vivir sin miedos. Gastar el dinero en un viaje, en una cascada, en un sueño
en algo. Comprar por qué no un atardecer a la orilla de la playa, sentado en
una hamaca perfectamente posicionada para admirar el sol rebotando sobre sus
nalgas, sí, ¿que dijeron que me iría solo? ¡Pues no! Me iría con alguien que
también quiera vivir tal locura o la encontraría en el camino. Me la llevaría
para la playa con la promesa de divertirse a lo grande, comentaré dos o tres
cosas que la hagan reír, que le den color a sus mejillas y después le hagan
entender que no seremos felices por siempre porque no ofrezco ni tengo
eternidades a la venta, solo ofrezco buenos momentos esos momentos que ameritan
ser escritos.
Ahora bien, si no tuviera miedo, si fuera más valiente y
alguien llegara seguramente será alguien con ciertas características, una de
ellas y de las más importantes que me guste verla que prefiera admirar de cerca
cada poro de su piel antes que un bello atardecer o las hojas de un árbol
cayendo al viento, alguien que en realidad sea digno de admirar, por mi
especialmente, no necesito que el mundo admire a quien yo quisiera amar, solo
necesito ver en sus pequeños actos grandes proezas, eso quiero, hasta el momento
no llega, eso lo sé, pero quizá si logro tener menos miedo aparezca, quizá si
logro vivir sin límites deje llegar a quien corresponda, pues no es encontrar,
no se busca, no se escoge, ni se selecciona, aunque algunos insistan y vivan de
esa manera, Cortázar diría “Como si se
pudiese elegir el amor, cómo si no fuera un rayo que te parte los huesos y te
deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirías que la eligen porque-la-aman,
yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta o se la elige. Vos
no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos…” será pasajera a quien
elija pero eterna esa que un día se vio y su imagen se conserva fresca en la
memoria.
Dejaré los miedos de lado, dedicaré un tiempo a perdonarme por
haber temido tanto tiempo y me daré la licencia de equivocarme, de errar de vez
en cuando, de tener unas noches de desorden y de alejarme a la soledad de la
montaña, dedicaré un tiempo a dar besos sin memoria y disfrutar de compañías de
una noche, de vernos al otro día y recordar que nos amamos un momento, ese,
ningún otro, ni en el futuro, ni antes, solo en ese presente. Ahora lo
importante será vivir el ahora, fijarse en todo lo que rodea la vida y
le da esencia, leer lo que las miradas hablan y recibir cuanto entrega la
vida.
SOLO SE PUEDE ELEGIR NO TEMER.
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